domingo, 24 de octubre de 2010

DUELO

DEFINICIÒN DE DUELO
Menciona Moody R, y Arcangel D. (2002) que el duelo, es la respuesta normal al dolor y a la angustia de la perdida, donde se pasa por un proceso de recuperación que perturba nuestra vida. Es un estado de intranquilidad incomodo y doloroso y si no se experimenta, si se reprime o niega, se puede conducir a una serie de enfermedades físicas o emocionales.   

Según   Lamadrid (2005) LOS TIPOS DE DUELO SON:
Duelo anticipatorio:  El duelo comienza antes de que se de el fallecimiento, cuando este ya se considera inevitable. Este duelo anticipatorio ayuda a preparar el duelo posterior, a liberar los propios estados de animo, y prepararse para la despedida facilitando el despego emotivo antes de que ocurra la muerte.
    Duelo normal: Este tipo de duelo es el más recomendado. Aun con todo el desgaste emocional que implica, sigue todas las fases y presenta todas las características de la aflicción normal. Este proceso  pide su tiempo individual para sanar y  lleva a lograr recordar al ser amado con paz.


  Duelo diferido o retardado: Consiste en negar la realidad de la muerte del ser querido . Se trata de esquivar al máximo el impacto que la perdida tiene en nuestras vidas. Parece que mantenemos el control de la situación sin dar signos aparentes de sufrimiento. Se mantiene las cosas cotidianas del  difunto, se conserva su ropa en su lugar, se escucha la música de su gusto, no se quita las fotos preferidas  y se deja el cuarto intacto.
    Duelo congelado, inhibido o reprimido: Como en el tipo de duelo anterior, las manifestaciones normales del duelo no son aparentes. Se  dificulta para expresar las emociones. En este caso no se niega la realidad de la perdida del ser querido, pero si se rehúsa los efectos que van unidos a ella. Se puede sentir agitación, ofuscación, inhibición o indiferencia.
Duelo crónico: La depresión de un duelo puede persistir toda una vida. Pasan los meses y no se quiere salir de el.  


LOS SINTOMAS QUE SE PRESENTA EN EL DUELO
 Según Sarason los sentimientos predominantes son la tristeza y la incapacidad de sentir placer. Los síntomas físicos son comunes: debilidad, trastornos del sueño, pérdida del apetito, dolores de cabeza, y de espalda, indigestión, dificultad para respirar, palpitaciones e incluso mareos y nauseas ocasionales.
FASES DE ELABORACION DEL DUELO
Kubler E, (1969) cambio totalmente la orientación del tratamiento del duelo y de la muerte, marca una serie de etapas ineludibles a la hora de poder elaborar la separación por una muerte. Ella señala la existencia de cinco etapas o fases.
ETAPAS DE ELABORACION
·         Negación
·         Rabia
·         Pacto o regateo
·         Depresión
·         Aceptación

Las fase del duelo pueden aparecer 2 o mas a la vez, una por vez, consecutivamente o alternándose. No se trata de un recorrido que sigue una trayectoria definitiva a la manera de un tren siempre igual, sino que es un itinerario particular, ciclos que se abren y cierran consecutivamente.
En algunos casos puede predominar una etapa sobre las demás, o persistir alguna por mas tiempo que otra y durar mas tiempo, llegando incluso a permanecer a la vez que aparecen los contenidos y sentimientos de otra fase de elaboración.
A continuación desglosaremos cada una de las fases o etapas de la elaboración siguiendo las pautas de la Dra. E. Kubler-Ross la cual propone cinco fases:
·         INCREDULIDAD Y NEGACION
La primera reacción frente a la noticia de una perdida es la incredulidad(no creer), acompañada de sensaciones como aturdimiento y shock, seguidas por la puesta en marcha del mecanismo de negación.



La persona siente que no es posible estar viviendo una situación como la que le ha tocado. Busca de todas formas esconder y alejarse de la realidad en un intento por amortiguar el peso de la noticia.
·         RABIA E IRA
La segunda etapa corresponde a la experiencia y expresión de sentimientos de rabia e ira. El doliente es hostil y desagradecido con las personas que lo rodean. La persona se convierte en alguien difícil de tratar ya que con ella se torna agresiva. Expresa también sensaciones de molestia, desagradecimiento y descontrol. Siente que no hay razones suficientes como para que una cosa así le ocurra mientras que la vida sigue para otros.
Detrás de todas estas expresiones se encontraría implícita la pregunta “¿Por que yo? ¿Por qué no usted?” en la medida en que siente que la desgracia, el empobrecimiento, la perdida y en ultimas la muerte esta de su lado, mientras que el bienestar y la vida están del lado de los demas.
·         NEGOCIACION
Durante la tercera etapa, la negociación, la persona disminuye la agresividad ya que hay una aceptación parcial de la realidad irreversible.
Hay una pregunta esencial: ¿Por qué ahora? Se trata de una fase en la que persiste algo de esperanza porque el objeto o la circunstancia perdida puedan ser recuperados.
En todo caso estarían presentes de manera simultánea aspectos relacionados con la ausencia real del objeto, y la fantasía de que esta es no total y es reversible.
·         DEPRESIVA
La depresión constituye el cuarto paso en el proceso de aceptación de la perdida. La persona siente un gran dolor, esta comenzando a aceptar la ausencia del objeto o de la persona. El duelo manifiesta en esta etapa una actitud de apatía (falta de interés) y silencio en relación al mundo exterior debido a que se asume ahora la ausencia del objeto.
Así, el sujeto comienza el dolor y difícil trabajo psicológico para desapegarse de este. De manera progresiva la persona deja de aferrarse a la imagen que tiene de la persona o situación pérdida, retirando de ella la carga y la energía psíquica con la cual estaba revestida.
Comienza a cambiar los vínculos con la representación mental del objeto o persona y en algunos casos se dejan atrás también las expectativas y fantasías relacionadas con el objeto perdido.
·         ACEPTACION
La ultima etapa es la de aceptación  y paz: la energía mental retirada de la persona desaparecida o del objeto significativo perdido se acumula y concentra en el propio sujeto doliente, de tal forma que la atención se centra ahora solo en el mismo y en su mundo exterior y de las otras personas.
Se acepta la situación de ausencia que es posible cambiar, a partir de lo cual se vive una sensación de tristeza y serenidad, a la vez.
Luego de cierto tiempo, el sujeto vuelve a sus actividades cotidianas y puede realizar nuevos proyectos. De igual forma, las capacidades mentales del doliente vuelven a su estado normal. (Masza 2007).